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Rafael Subirachs

  
Dentro del panorama musical de cualquier país con unas características sociales, culturales y históricas parecidas a Cataluña, hay unos artistas que partiendo de la cultura tradicional de su tierra nutren sus obras con elementos de una obra superior colectiva que honra al pueblo a que pertenecen. En la obra de Rafael Subirachs los reflejos de esta realidad compartida son notables puesto que una parte de su obra está compuesta de música sobre textos de algunos de los grandes poetas del s.XX: Joan Salvat Papasseit, Miquel Martí i Pol, Gabriel Ferrater, Joan Vinyoli, Josep Carner i Carles Riba.

La obra de R.S. es un programa de acción alrededor de la Palabra y de la Música. Su propuesta queda patente en un manifiesto dedicado a los amigos de la Fondation Boris Vian y publicado en un programa de mano del concierto que el artista dió en el Teatro Municipal de Perpiñán el 14 de febrero de 1997, que aquí reproducimos:

"Una canción es melodia y palabra.
Propongo desarrollar un sistema personal de composición de canciones en relación con sus elementos constituyentes -poesia y melodia: canto, y armonia: realización instrumental del acompañamiento.

Para poder integrar el conjunto instrumental con el canto es necesario partir de la dramatización y poetización de todos los elementos del canto y del complemento acompañante guardando un respeto y fidelidad para con el fondo y forma poéticos: verso, estrofa, estructura de la poesia, pies rítmicos...., la melodia y el canto.

Se trataría de evitar en lo posible una sucesión a-dramatizada de acordes en un tempo que proponga el canto para que no disminuya la expresividad dramática del acompañamiento, y no disuelva el misterio de la interpretación y comunicación de la canción.

Se trata de definir un espacio de creación musical con el fundamento de la "canción eterna" que llamaríamos "La Nueva Melodia" o "El Nuevo Lied", evolución de un sistema que encontraria sus raices en Cataluña, por ejemplo, con la Nova Cançó Catalana, los grandes chansonniers en Francia de los años 60 - 70, y también los grandes compositores románticos y post-románticos en los siglos dieziocho, diezinueve y la primera mitad del siglo veinte para quienes la melodia o el lied representó una expresión de sus culturas musicales nacionales. Lo ideal sería que la Nueva Canción y la canción popular moderna evolucionara en esta dirección y consolidara el testimonio de la existencia universal de los pueblos a través de sus culturas musicales y en reconocimiento de su identidad.

Profundizar en el conocimiento del hecho linguístico y poético es esencial para cualquier compositor y cantante que quisiera abordar una Nueva Melodia o un Nuevo Lied. Una poesia actual con un fundamento sobre unos principios sólidos, éticos y estéticos, y arraigado a la tradición de la cultura de la palabra, tendría que suministrar los textos de estas obras musicales propuestas. No todos los textos son aptos ni ofrecen la misma fuerza para llegar a ser una obra como la que proponemos. La cualidad del verbo es imprescindible. Hace falta que sea una poesia nueva, sea atemporal o actual o escrita a la manera de un estilo antiguo, sea un poema re-escrito o transformado, tendría que ser sobretodo vigente. El hecho importante seria la interacción entre músicos y poetas para buscar estas nuevas obras que serian un testimonio de nuestro tiempo y de nuestro esfuerzo integrador entre pasado y presente y pensando solidariamente en el futuro. No importa desde que ámbito linguístico, cultural o de pueblo se elaboraran, éstas serían apreciadas y consideradas dentro de una unidad de género inteligible y susceptible de ser reconocidas por los pueblos que las cultivaran.
Sería aconsejable que cada qual mantuviera la fidelidad a su lengua y a su cultura sin dejarse tentar en transgredir la propiedad de otros pueblos, con los ritmos, el melos y las palabras que forman parte de la expresión más íntima y profunda de otras latitudes y otras "geografias".

Finalmente, estas canciones tendrían que contener toda la fuerza vital de la experiencia humana personal, intransferible y inalienable, de aquellos que quisieran cultivarlas bien definidas y acabadas del primer al último compàs, como un soneto o una tanka.


El conjunto de las obras de R.S. tienen el común denominador de la música y de la palabra. Se trata de música en el sentido más tradicional y antiguo. Su investigación en esta actividad creadora está siendo elaborada con gran fidelidad a los textos y su ahondamiento nos ayuda a descubrir el secreto musical de cada poeta y de cada poesia: su entonación, su tempo, sus inspiraciones y expiraciones, el paisaje sonoro, su identidad, su aroma y su folclor y, en definitiva, el mosaico humano artístico tradicional con que pueblos, poetas y músicos dan testimonio de su existencia con sus obras.